Lo que iba a ser una ruta nocturna se convirtió en unas cervezas baratas

Hace no mucho planeamos una quedada nocturna los asistentes a la #Trip&Track de Cuenca y los de la #DesertAdventure de Almería más algún agregado de última hora para hacer una nocturna – que es lo que pega en estas fechas – .

El track era el bien conocido «LA RUTA DEL CHORIZO», algo sencillo para hacer de noche y con posibilidad de retorno rápido por carretera.

Quedamos en la gasolinera de siempre unos valientes e intrépidos aventureros con ganas de … – este tema lo resolveremos más tarde – muy puntuales todos excepto YEYU. Iberdis con su 625, Automaticox estrenando Husqvarna, Duffman con su 950 sin rasguños, Matto y su 1190, Gus con otra 990, Santos 690 y el servidor con LA TRAIL PERFECTA (990R).

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Tras 20 minutos y que nuestro amigo poseedor de la única Cagiva 900 que conozco no venía, decidimos importunarlo al teléfono:

– Oiga señor, ¿piensa venir usted a la nocturna?
– ¡Por supuesto que si!
– ¿Y a qué esperas?
– ¿Pero no era mañana?

Así que muy a nuestro pesar arrancamos máquinas ¡y en marcha!

– ¡ALTUM!

No habíamos terminado de incorporarnos a la autovía para coger la salida pocos km más tarde cuando la GC nos da el alto, indicándonos mediante gestos que sólo dos nos detuviésemos en el arcén. Santos que iba el primero se libró del asunto, yo me paré unos metros delante ya que me avisó con poco margen de acción, Matto se vino conmigo que pensó que estaría más seguro que con los de verde, otros cuantos de detrás se hicieron los locos aminorando la marcha pero mirando hacia otro lado como si la cosa no fuese con ellos y no es para menos ya que la Husky de Manu tiene menos luces que el aeropuerto de Jaén. Y Gus y Duffman pagaron el pato por los demás.

Nosotros viendo que la autoridad no nos rendía cuentas decidimos continuar adelante por lo que pudiera pasar, así que empezaron por Gus con la rutina habitual. Con Nacho en cambio fueron más simpáticos:

– Sr. Agente: ¿ A caso le he dicho yo a usted que se pare ?
– Nacho: La verdad es que no lo se
– Sr. Agente: Entonces continue

(Debo aclarar que lo de simpáticos era irónico)

15 minutos más tarde por fin aparece Gus contándonos que le han revisado hasta los DBKillers con tal de intentar llevarle al calabozo. Gracias a que es el tío más legal de todos los que íbamos, no tuvieron por donde pillarle ya que llevaba hasta la pegatina de la ITV.

Ahora si, con menos luz volvemos a arrancar dirección suroeste.

Para quien no lo conozca la ruta empieza con carriles de 6 metros de ancho y mucha grava suelta, que con Santos a la cabeza no hubo grandes complicaciones.

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Pasamos unos cuantos charcos (alguno de ellos importante) y el terreno se vuelve arenoso provocando muchos «uuuuys» poro nigún «ayyyyyy».
A Duffman empieza a darle problemas la 950, cortes de corriente, que nada más comentármelo rápidamente identifico que es el sensor de la pata de cabra puesto que en la Desert Adventure ya le jugó una mala pasada. Me tumbo en el suelo y efectivamente corroboramos que ese era el problema y sin terminar de arreglarlo continuamos la marcha con intención de pedirle a Gus su anulador de repuesto que siempre lleva consigo.

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La noche va cayendo y cada vez vemos menos, es la peor hora para conducir con el sol tras la línea del horizonte y con la luz suficiente en el ambiente para que los focos de nuestras motos todavía no sirvan para alumbrarnos el camino.

Seguimos pasando bancos de arena blanda y charcos con un hedor de lo más embriagador hasta llegar a Escalona, pueblo en el que podríamos cargar combustible para máquinas y pilotos y hacer tiempo para que termine de caer la noche.

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Llegados al bar probamos el anulador de Gus en la 950 de Nacho, pero éste no vale debido a que el sistema es algo más moderno. Con unos cables podríamos haber hecho un puente para anular el sensor, pero entre que nadie llevaba ni tan siquiera un trozo de alambre y que el problema venía sólo cuando Duffman se ponía de pie y pisaba ligeramente la pata con el talón de su bota decidimos dejarlo así. Y es ahora cuando hago referencia a la frase que dejé sin terminar al principio de este escrito, valientes e intrépidos aventureros con ganas de muchas cervezas y muy pocas de rodar fuera de pista a la luz de la luna, el cual se suponía que era el objetivo principal de este encuentro. Y es que entre lo tarde que se nos hizo en la cena, el rato que estuvimos intentando solucionar lo de la moto de Nacho y todos los retrasos del principio teniendo en cuanto que al día siguiente habría que madrugar; todos decidieron que lo mejor sería volver a casa por carretera. Iberdis y yo nos quedamos con un poco más de ganas pero terminamos siguiendo al resto del rebaño que era lo más sensato.

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En resumidas cuentas fueron 75-80 km de offroad si las cuentas no me fallan y unos 110-120 de asfalto en buena, MUY BUENA compañía, también pesarosos por la confusión de Yeyu que no puedo acompañarnos a una noche de muchas risas y batallitas.

¡Eso si! La cena fue barata y abundante en comida y bebida 😀

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